Este programa de formación continua centrará su mirada en los procesos infocomunicativos que se desarrollan en el ámbito cultural, por ello se revisará a la cultura como objeto de estudio de diversas miradas disciplinarias. Posteriormente se analizarán los enfoques normativos sobre derechos culturales con el fin de clarificar el deber ser de las instituciones del sector y los fines que persiguen sus instrumentos de política pública.
Sobre este trabajo analítico que se desarrollará en las primeras tres sesiones, se pretende construir competencias para gestionar estratégicamente la comunicación de las instituciones culturales, o bien, desde la independencia, proponer emprendimientos de corte massmediático, cibernético, artístico, educativo, político, etcétera. Esto sucederá en las sesiones cuatro a la seis.
Sabemos que este intento de vincular la comunicación
profesional con el ámbito de la cultura no es novedoso pero TAMPOCO SERÁ OCIOSO,
sobre todo en Oaxaca donde la aportación del sector a la dinámica económica cada día se torna más significativa en las cuentas
estatales, como ya lo reconocen documentos oficiales.
Sin embargo, más allá de las evidentes oportunidades de
negocio que el turismo y la cultura representan para nuestra vida, socialmente
la comunicación está llamada a ser la clave para el entendimiento entre agentes
pluralistas e igualitaristas que discrepan sobre el camino a seguir para
conseguir la sustentabilidad: el universalista o el comunitarista.
Al alimón, las comunicaciones culturales –sean
institucionales o periodísticas- deberán asumir la responsabilidad de deliberar
públicamente sobre nuestra identidad y dimensionar las acciones filantrópicas
que hoy parecen ser las hegemónicas y tripular la política cultural de la
entidad; así la ciudadanía podría comprender/valorar el peso histórico, los
costos y beneficios colectivo de tanta "buenaondez" toledista o harpelusiana.
Finalmente, desde el punto de vista curricular, se considera
que los perfiles de egreso actuales de la carrera de comunicación y otras
afines, tal como explican múltiples estudios, no alcanza para asumir altas responsabilidades
en las instituciones, sino posiciones tácticas, reduciéndose las opciones
laborales a la repetición de rutinas y a retribuciones pírricas.
Nuestro diplomado quiere habilitar a sus participantes en la
comprensión de proceso de políticas públicas y en el ejercicio del diseño de
planes de negocios, lo que les permitiría mayores alcances laborales para
actuar en planos estratégicos o autónomos, sobre todo en este noble sector que
concentra múltiples demandas sociales y se encuentra a la alza, ojalá que no
para reiterar que la insufrible Guelaguetza simboliza el multiculturalismo de
la entidad, sino para afrontar con determinación -y en equipos- los déficits en
el consumo cultural que nos alejan del desarrollo humano sostenible.
¿Gustan?
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