En esta última entrega se presentan
dos escenarios sobre el futuro del sistema de formación profesional de
comunicadores/as en Oaxaca, basados en los mecanismos de evolución del sistema y
en las propias estrategias de los actores. ¿Cuál de ellos prefieren?
Sin cambios significativos en
la cultura política (mayor democratización,
civilidad, participación ciudadana, rendición de cuentas, transparencia, entre
otros) o en la economía del estado
(mejora del ingreso per cápita, la competitividad, la tasa de mortalidad de las
empresas, etcétera), el sistema de formación de comunicadores/as continuará su
desarrollo variando principalmente en los siguientes aspectos:
Surgirán nuevas instituciones formadoras dispuestas a participar en
el proceso disminuyendo los costos para los aprendices y el tiempo de formación.
En algunos casos variará la modalidad de los estudios que pasarán de ser
presenciales a virtuales.
Surgirán nuevos programas de formación adicionales a las
licenciaturas y las maestrías, como técnico superior universitario (TSU) y
profesional asociado, multiplicándose los diplomados, cursos y talleres.
Los cambios en los contenidos de enseñanza serán mínimos porque no
modificarán la empobrecida línea de formación actual -que es pragmática y
ateórica-, se incorporarán temáticas sobre periodismo electrónico, imagen
pública y gestión de redes sociales.
Se fortalecerá la alianza entre la clase política y los grupos empresariales de comunicación, la clase política también querrá negociar con los medios emergentes; con ello los contenidos informativos seguirán proyectando una visión de la realidad acotada a intereses cupulares, manteniéndose excluidos, de los medios tradicionales, los temas de desigualdad social, desarrollo sustentable, diversidad sexual, nuevas perspectivas sobre la cultura, feminismos, pensamiento científico, entre otros.
Disminuirá el interés de los bachilleres por estudiar comunicación
profesional, desmotivados por la dinámica laboral del sector y los pocos casos
de éxito profesional que se reconocen socialmente.
Influido por mejoras en la
cultura democrática del estado, el avance tecnológico y el crecimiento sostenido de la economía
nacional, el sistema de formación de comunicadores/as cambiará de forma significativa en Oaxaca, principalmente en los siguientes
aspectos:
Se romperá la alianza entre la clase política y el empresariado de
los medios de comunicación, propiciado principalmente por el perfeccionamiento
de la democracia en el estado y por el progreso tecnológico. Este cambio dejará abierta la posibilidad de que
los medios emergentes también participen en la construcción de la agenda pública y ello redundará en un
periodismo investigativo, crítico, reflexivo y plural.
El cambio político modificará la cultura empresarial en general y
particularmente en este sector; derivado de ello, se incrementará la
competitividad en el ramo, trayendo beneficios al gremio como el aumento del
prestigio para las y los comunicadores, la mejora salarial de aquellos que se
conviertan en líderes de opinión y el surgimiento de nuevas empresas de
comunicación.
Las universidades públicas participarán en mayor medida en la
formación de comunicadores/as, obedeciendo el interés estratégico que revisten los
procesos infocomunicativos en la sociedad, la cultura y la economía; abrirán
licenciaturas y posgrados en comunicación.
La participación de las universidades públicas obligará a las
instituciones formadoras de carácter privado a mejorar la calidad de los
servicios que ofrecen, perfeccionando sus políticas académicas, actualizando
los contenidos de aprendizaje e incorporando las bases para el manejo de los nuevos medios y lenguajes.
Mejorará la formación teórica de los comunicadores/as y desarrollarán
mayores competencias para realizar investigación, practicar la docencia y
realizar divulgación científica; ahora podrán identificar los fines sociales y
sumar su trabajo a ellos.
El campo práctico de la profesión estará centrado no tanto en la
comercialización de competencias tácticas (uso de los lenguajes), sino
principalmente en la formación y el diseño de estrategias comunicativas que
incluyan en un nivel subordinado dichas competencias tácticas; destacándose los
siguientes campos de aplicación: turismo, industrias culturales, obra pública,
educación, gobierno municipal, medio ambiente, comercio electrónico,
multiculturalismo, entre otras.
Aumentará el interés por estudiar comunicación pero el universo de personas demandantes ya no se reducirá a los bachilleres exclusivamente, sino que emprendedores, activistas, políticos, académicos, servidores públicos y otros grupos de profesionales querrán mejorar sus habilidades para la gestión comunicativa mediante educación no formal y posgrados, tanto presenciales como a través de la virtualidad.
¿Cuál de los escenarios creen que se concretará?; ¿qué están dispuestos a hacer para incidir en estos escenarios?; ¿cuál va a ser el sentido de su participación? Coméntenos.
Por Marco Reyes Terán
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